Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 3:8-10 verso por verso
He aquí, yo hago tu rostro tan duro como el rostro de ellos, y hago tu frente tan dura como su frente.
Yo hago tu frente como el diamante, que es más duro que el pedernal. Tú no les temerás, ni te atemorizarás ante ellos, porque son una casa rebelde”.
Me dijo además: “Oh hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que te diga, y escucha con tus oídos.