Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 34:17-22 verso por verso
“Pero en cuanto a ustedes, oh rebaño mío, así ha dicho el SEÑOR Dios, he aquí que yo juzgo entre cordero y cordero, entre los carneros y los machos cabríos.
¿Les parece poco que se apacientan del buen pastizal, para que tengan que pisotear con sus pies lo que queda de sus pastos, y que después de haber bebido las aguas tranquilas tengan que enlodar el resto de ellas con sus pies?
¿Mis ovejas han de comer lo que sus pies han pisoteado y han de beber lo que han enlodado sus pies?”.
Por tanto, así les ha dicho el SEÑOR Dios: “He aquí, yo mismo juzgaré entre el cordero engordado y el cordero flaco.
Por cuanto empujaron con el costado y con el hombro, y cornearon con sus cuernos a todas las ovejas débiles hasta dispersarlas lejos,
yo libraré a mis ovejas y nunca más quedarán expuestas al pillaje. ¡Yo juzgaré entre cordero y cordero!