Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 39:4-20 verso por verso
Sobre los montes de Israel caerás tú con todas tus tropas y los pueblos que están contigo. Te he dado por comida a las aves de rapiña, a las aves de toda especie y a los animales del campo.
Sobre la superficie del campo caerás, porque yo he hablado, dice el SEÑOR Dios’.
“Enviaré fuego sobre Magog y sobre los que habitan con seguridad en las costas. Y sabrán que yo soy el SEÑOR.
Daré a conocer mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más permitiré que mi santo nombre sea profanado. Y sabrán las naciones que yo soy el SEÑOR, el Santo de Israel.
“¡He aquí que viene y se cumplirá!, dice el SEÑOR Dios. Este es el día del cual he hablado.
Entonces saldrán los habitantes de las ciudades de Israel, y encenderán fuego y harán arder las armas: los escudos y las defensas, los arcos y las flechas, las jabalinas y las lanzas. Y con ellas harán fuego durante siete años;
no recogerán leña del campo ni la cortarán de los bosques, sino que prenderán el fuego con las armas. Así despojarán a los que los despojaron, y saquearán a los que los saquearon, dice el SEÑOR Dios.
“Sucederá en aquel día que yo daré a Gog un lugar para sepultura allí en Israel, en el valle de los viajeros, al oriente del mar, y obstruirán el paso de los viajeros. Allí sepultarán a Gog y a su multitud, y lo llamarán valle de Hamón-gog.
Y la casa de Israel los estará enterrando durante siete meses, para purificar la tierra.
Todo el pueblo de la tierra los enterrará; para ellos será célebre el día en que yo me glorifique, dice el SEÑOR Dios.
Apartarán gente para atravesar constantemente la tierra y sepultar a los que pasaron y que han quedado sobre la faz de la tierra, a fin de purificarla. Al cabo de siete meses harán el reconocimiento.
Pasarán los que vayan por la tierra, y el que vea el hueso de algún hombre levantará junto a él una señal hasta que los sepultureros los sepulten en el valle de Hamón-gog.
El nombre de la ciudad también será Hamonah. Así purificarán la tierra.
“Y tú, oh hijo de hombre, así ha dicho el SEÑOR Dios, di a las aves de rapiña, a las aves de toda especie y a los animales del campo: ‘¡Júntense y vengan! Reúnanse de todas partes al sacrificio que hago para ustedes: un gran sacrificio sobre los montes de Israel. Comerán carne y beberán sangre.
Comerán la carne de los poderosos y beberán la sangre de los gobernantes de la tierra, de carneros, de corderos, de machos cabríos y de toros, todos ellos engordados en Basán.
Comerán sebo hasta hartarse, y beberán la sangre del sacrificio que he hecho para ustedes, hasta embriagarse.
En mi mesa se saciarán de caballos y de jinetes, de valientes y de todos los hombres de guerra’, dice el SEÑOR Dios.