Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 41:18-26 verso por verso
estaba decorada con querubines y palmeras. Entre querubín y querubín había una palmera. Cada querubín tenía dos caras:
una cara de hombre que miraba hacia un costado de la palmera, y la otra de león que miraba hacia el otro costado de la palmera. Y estaban hechos alrededor de todo el edificio del templo.
Desde el suelo hasta encima de la entrada, y por toda la pared del templo, había grabados de querubines y de palmeras.
Los postes del lugar santo eran cuadrangulares y el aspecto de los del frente del lugar santísimo era semejante.
El altar de madera tenía un metro y medio de alto por un metro de largo. Tanto sus esquinas, como su base y sus paredes eran de madera. Y me dijo: “Esta es la mesa que está delante del SEÑOR”.
El lugar santo y el lugar santísimo tenían dos puertas.
En cada puerta había dos hojas que giraban; había dos hojas en una puerta y dos hojas en la otra puerta.
En las puertas del lugar santo había grabados de querubines y de palmeras, así como los que estaban grabados en las paredes. Sobre la fachada del pórtico, por el lado exterior, había un alero de madera.
Había ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, y decoraciones de palmeras a uno y otro lado de los costados del vestíbulo, tanto en los cuartos laterales del edificio como en los aleros.