Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 41:23-25 verso por verso
El lugar santo y el lugar santísimo tenían dos puertas.
En cada puerta había dos hojas que giraban; había dos hojas en una puerta y dos hojas en la otra puerta.
En las puertas del lugar santo había grabados de querubines y de palmeras, así como los que estaban grabados en las paredes. Sobre la fachada del pórtico, por el lado exterior, había un alero de madera.