Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 41:23-26 verso por verso
El lugar santo y el lugar santísimo tenían dos puertas.
En cada puerta había dos hojas que giraban; había dos hojas en una puerta y dos hojas en la otra puerta.
En las puertas del lugar santo había grabados de querubines y de palmeras, así como los que estaban grabados en las paredes. Sobre la fachada del pórtico, por el lado exterior, había un alero de madera.
Había ventanas anchas por dentro y angostas por fuera, y decoraciones de palmeras a uno y otro lado de los costados del vestíbulo, tanto en los cuartos laterales del edificio como en los aleros.