Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 43:4-9 verso por verso
La gloria del SEÑOR entró en el templo por la puerta que da al oriente.
Entonces el Espíritu me levantó y me introdujo al atrio interior. Y he aquí que la gloria del SEÑOR llenó el templo.
Entonces oí a alguien que me hablaba desde el templo, mientras un hombre estaba de pie junto a mí.
Y me dijo: “Oh hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré en medio de los hijos de Israel para siempre. Nunca más la casa de Israel, ni ellos ni sus reyes, profanarán mi santo nombre con sus prostituciones ni con los cadáveres de sus reyes, cuando estos mueran,
poniendo su umbral junto a mi umbral y sus postes junto a mis postes. Pues habiendo tan solo una pared entre yo y ellos contaminaron mi santo nombre con las abominaciones que hicieron, por lo cual los consumí en mi furor.
Ahora, que alejen de mí su prostitución y los cadáveres de sus reyes, y yo habitaré en medio de ellos para siempre.