Explicación, estudio y comentario bíblico de Ezequiel 44:9-16 verso por verso
Así ha dicho el SEÑOR Dios: Ningún extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, de todos los extranjeros que están entre los hijos de Israel, entrará en mi santuario’.
“Los levitas que se alejaron de mí, mientras Israel anduvo errante lejos de mí, y fueron en pos de sus ídolos, cargarán con su castigo
y estarán en mi santuario como servidores, encargados de las puertas del templo y sirviendo en el templo. Ellos degollarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán de pie delante de los sacerdotes para servirles.
Debido a que les sirvieron delante de sus ídolos y llegaron a ser un tropiezo de iniquidad para la casa de Israel, por eso he alzado mi mano contra ellos jurando que cargarán con su castigo, dice el SEÑOR Dios.
No se acercarán a mí para serme sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas sagradas ni a las muy sagradas, sino que cargarán con su afrenta y con las abominaciones que cometieron.
Pero los pondré a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo lo que se ha de hacer allí.
“Sin embargo, los sacerdotes levitas, los hijos de Sadoc que cumplieron con mi ordenanza relativa a mi santuario, cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos sí se acercarán a mí para servirme y estarán de pie delante de mí para ofrecerme el sebo y la sangre, dice el SEÑOR Dios.
Ellos sí entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme, y cumplirán con mi ordenanza.