Explicación, estudio y comentario bíblico de Filemón 1:10-20 verso por verso
intercedo ante ti en cuanto a mi hijo Onésimo a quien he engendrado en mis prisiones.
En otro tiempo él te fue inútil, pero ahora es útil tanto para ti como para mí.
Te lo vuelvo a enviar, a él que es mi propio corazón.
Yo deseaba retenerlo conmigo para que en tu lugar me sirviera en mis prisiones por el evangelio.
Pero sin tu consentimiento no quise hacer nada, para que tu bondad no fuera como por obligación sino de buena voluntad.
Pues quizás por esta razón se apartó por un tiempo, para que lo recuperes ahora para siempre;
ya no como a un esclavo sino más que esclavo, como a un hermano amado, especialmente para mí pero con mayor razón para ti, tanto en la carne como en el Señor.
Así que, si me tienes por compañero, recíbelo como a mí mismo.
Si en algo te hizo daño o te debe, ponlo a mi cuenta.
Yo, Pablo, lo escribo con mi propia mano: Yo lo pagaré; por no decirte que también tú mismo te me debes a mí.
Sí, hermano, yo quisiera tener este beneficio de ti en el Señor: ¡Conforta mi corazón en el Señor!