• Filipenses 2:3

    No hagan nada por rivalidad ni por vanagloria, sino estimen humildemente a los demás como superiores a ustedes mismos;

  • Filipenses 2:4

    no considerando cada cual solamente los intereses propios sino considerando cada uno también los intereses de los demás.

  • Filipenses 2:5

    Haya en ustedes esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús:

  • Filipenses 2:6

    Existiendo en forma de Dios, él no consideró el ser igual a Dios como algo a que aferrarse;

  • Filipenses 2:7

    sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres;

  • Filipenses 2:8

    y, hallándose en condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!

Continúa después de la publicidad