Explicación, estudio y comentario bíblico de Filipenses 3:1-6 verso por verso
Por lo demás, hermanos míos, regocíjense en el Señor. El escribirles las mismas cosas a mí no me es molesto, y para ustedes es más seguro.
¡Guárdense de los perros! ¡Guárdense de los malos obreros! ¡Guárdense de los que mutilan el cuerpo!
Porque nosotros somos la circuncisión: los que servimos a Dios en espíritu, los que nos gloriamos en Cristo Jesús y los que no confiamos en la carne.
Aunque yo tengo de qué confiar también en la carne. Si alguno cree tener de qué confiar en la carne, yo más:
circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley, irreprensible.