Explicación, estudio y comentario bíblico de Filipenses 4:1-8 verso por verso
Así que, hermanos míos, amados y queridos, gozo y corona mía, estén firmes en el Señor, amados.
Ruego a Evodia, y ruego a Síntique que se pongan de acuerdo en el Señor.
Sí, y a ti también, fiel compañero, te pido que ayudes a estas hermanas que lucharon junto conmigo en el evangelio, también con Clemente y los demás colaboradores míos cuyos nombres están en el libro de la vida.
¡Regocíjense en el Señor siempre! Otra vez lo digo: ¡Regocíjense!
Su amabilidad sea conocida por todos los hombres. ¡El Señor está cerca!
Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.
En cuanto a lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto piensen.