Explicación, estudio y comentario bíblico de Gálatas 1:10-17 verso por verso
¿Busco ahora convencer a los hombres, o a Dios? ¿Será que busco agradar a los hombres? Si yo todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Pero les hago saber, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según hombre;
porque yo no lo recibí ni me fue enseñado de parte de ningún hombre sino por revelación de Jesucristo.
Ya oyeron acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo: que yo perseguía ferozmente a la iglesia de Dios y la estaba asolando.
Me destacaba en el judaísmo sobre muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.
Pero cuando Dios — quien me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia — tuvo a bien
revelar a su Hijo en mí para que yo lo anunciara entre los gentiles, no consulté de inmediato con ningún hombre
ni subí a Jerusalén a los que fueron apóstoles antes que yo sino que partí para Arabia y volví de nuevo a Damasco.