Explicación, estudio y comentario bíblico de Gálatas 3:1-18 verso por verso
¡Oh gálatas insensatos, ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado como crucificado! ¿Quién les hechizó?
Solo esto quiero saber de ustedes: ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la ley o por haber oído con fe?
¿Tan insensatos son? Habiendo comenzado en el Espíritu, ¿ahora terminarán en la carne?
¿Tantas cosas padecieron en vano, si de veras fue en vano?
Entonces, el que les suministra el Espíritu y obra maravillas entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?
De la misma manera, Abraham
Por lo tanto, sepan que los que se basan en la fe son hijos de Abraham.
Y la Escritura, habiendo previsto que por la fe Dios había de justificar a los gentiles, anunció de antemano el evangelio a Abraham, diciendo:
Desde luego, los que se basan en la fe son benditos junto con Abraham, el hombre de fe.
Porque todos los que se basan en las obras de la ley están bajo maldición, pues está escrito:
Desde luego, es evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque
Ahora bien, la ley no se basa en la fe; al contrario,
Cristo nos redimió de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros (porque está escrito:
para que la bendición de Abraham llegara por Cristo Jesús a los gentiles, a fin de que recibamos la promesa del Espíritu por medio de la fe.
Hermanos, hablo en términos humanos: Aunque un pacto sea de hombres, una vez ratificado, nadie lo cancela ni le añade.
Ahora bien, las promesas a Abraham fueron pronunciadas también a su descendencia. No dice: “y a los descendientes”, como refiriéndose a muchos, sino a uno solo:
Esto, pues, digo: El pacto confirmado antes por Dios no lo abroga la ley, que vino cuatrocientos treinta años después, para invalidar la promesa.
Porque si la herencia fuera por la ley ya no sería por la promesa; pero a Abraham Dios le ha dado gratuitamente la herencia por medio de una promesa.