Explicación, estudio y comentario bíblico de Gálatas 5:17-48 verso por verso
Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente para que no hagan lo que quisieran.
Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley.
Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: inmoralidad sexual, impureza, desenfreno,
idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos,
envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes a estas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley
porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu.
No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y envidiándonos unos a otros.