Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 14:8-24 verso por verso
Entonces salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboím y el rey de Bela, la cual es Zoar, y dispusieron la batalla contra ellos en el valle de Sidim;
a saber, contra Quedarlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goím, Amrafel rey de Sinar y Arioc rey de Elasar: cuatro reyes contra cinco.
El valle de Sidim estaba lleno de pozos de brea. Y al huir los reyes de Sodoma y de Gomorra, cayeron en ellos, mientras que los demás huyeron a las montañas.
Los enemigos tomaron todos los bienes de Sodoma y de Gomorra, y todos sus alimentos, y se fueron.
También llevaron consigo a Lot, el hijo del hermano de Abram, junto con sus posesiones (porque Lot habitaba en Sodoma), y se fueron.
Pero uno de los que escaparon fue y lo contó a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, quienes eran aliados de Abram.
Cuando Abram oyó que su sobrino había sido tomado cautivo, reclutó a sus trescientos dieciocho criados nacidos en su casa, y los persiguió hasta Dan.
Los atacó de noche, él con sus siervos, los derrotó y los persiguió hasta Hoba, que está al norte de Damasco.
Así recobró todos los bienes y también recobró a su sobrino Lot, sus bienes, y también a las mujeres y a la gente.
Cuando Abram volvía de derrotar a Quedarlaomer y a los reyes que estaban con él, el rey de Sodoma salió a su encuentro en el valle de Savé, que es el valle del Rey.
También Melquisedec, rey de Salem, quien era sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino,
y lo bendijo diciendo: “Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra.
Bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos”. Y Abram le dio a él el diezmo de todo.
Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: — Dame las personas, y toma para ti los bienes.
Abram respondió al rey de Sodoma: — He hecho votos al SEÑOR, el Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra,
que no tomaré ni un hilo ni la correa de un calzado, nada de todo lo que es tuyo, para que no digas después: “Yo enriquecí a Abram”.
Yo no tomaré nada, excepto lo que han comido los jóvenes y la parte de los hombres que fueron conmigo: Aner, Escol y Mamre. Ellos sí tomarán su parte.