Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 16:1-6 verso por verso
Sarai, mujer de Abram, no le daba hijos; pero ella tenía una sierva egipcia que se llamaba Agar.
Entonces Sarai dijo a Abram: — He aquí que el SEÑOR me ha impedido concebir. Únete, por favor, a mi sierva; quizás yo tenga hijos por medio de ella. Abram hizo caso de las palabras de Sarai.
Y Sarai su mujer tomó a Agar, su sierva egipcia, después de haber vivido diez años en la tierra de Canaán, y se la dio por mujer a Abram su marido.
Abram se unió a Agar, y ella concibió. Pero al ver que había concebido, empezó a mirar con desprecio a su señora.
Entonces Sarai dijo a Abram: — Mi agravio recaiga sobre ti. Yo puse a mi sierva en tu seno; y ella, viéndose encinta, me mira con desprecio. El SEÑOR juzgue entre tú y yo.
Abram respondió a Sarai: — He aquí, tu sierva está en tus manos. Haz con ella como te parezca bien. Como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.