Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 16:3-9 verso por verso
Y Sarai su mujer tomó a Agar, su sierva egipcia, después de haber vivido diez años en la tierra de Canaán, y se la dio por mujer a Abram su marido.
Abram se unió a Agar, y ella concibió. Pero al ver que había concebido, empezó a mirar con desprecio a su señora.
Entonces Sarai dijo a Abram: — Mi agravio recaiga sobre ti. Yo puse a mi sierva en tu seno; y ella, viéndose encinta, me mira con desprecio. El SEÑOR juzgue entre tú y yo.
Abram respondió a Sarai: — He aquí, tu sierva está en tus manos. Haz con ella como te parezca bien. Como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.
Pero el ángel del SEÑOR la encontró en el desierto junto a un manantial de agua (el manantial que está en el camino de Shur),
y le dijo: — Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde vas? Ella respondió: — Huyo de la presencia de Sarai, mi señora.
El ángel del SEÑOR le dijo: — Vuelve a tu señora y sométete a su autoridad.