Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 17:1-16 verso por verso
Abram tenía noventa y nueve años cuando el SEÑOR se le apareció y le dijo: — Yo soy el Dios Todopoderoso; camina delante de mí y sé perfecto.
Yo estableceré mi pacto entre tú y yo, y te multiplicaré en gran manera.
Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo:
— He aquí que mi pacto es contigo: Tú serás padre de muchas naciones.
Ya no se llamará más tu nombre Abram; tu nombre será Abraham, pues te he constituido en padre de una multitud de naciones.
Yo te haré muy fecundo; de ti haré naciones, y reyes saldrán de ti.
Yo establezco mi pacto como pacto perpetuo entre tú y yo, y tu descendencia después de ti por sus generaciones, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
Yo te daré en posesión perpetua, a ti y a tu descendencia después de ti, la tierra en que resides, toda la tierra de Canaán. Y yo seré su Dios.
Dios dijo de nuevo a Abraham: — Pero tú guardarás mi pacto, tú y tus descendientes después de ti, a través de sus generaciones.
Este será mi pacto entre yo y ustedes que guardarán tú y tus descendientes después de ti: Todo varón de entre ustedes será circuncidado.
Circuncidarán sus prepucios, y esto será la señal del pacto con ustedes.
A los ocho días de nacido será circuncidado todo varón de entre ustedes, a través de sus generaciones; tanto el nacido en casa como el comprado con dinero a cualquier extranjero que no sea de tu descendencia.
Deberá ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado con tu dinero. Así estará mi pacto en su carne como pacto perpetuo.
El hombre incircunciso, que no haya circuncidado su prepucio, esa persona será borrada de su pueblo, porque ha violado mi pacto.
Dios dijo también a Abraham: — A Sarai tu mujer no la llamarás más Sarai; Sara será su nombre.
Yo la bendeciré y también te daré de ella un hijo. Sí, yo la bendeciré; ella será madre de naciones, y de ella procederán reyes de pueblos.