Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 19:1-22 verso por verso
Los dos ángeles llegaron a Sodoma al anochecer. Lot estaba sentado junto a la puerta de Sodoma, y al verlos se levantó Lot para recibirlos postrándose a tierra.
Y les dijo: — He aquí, señores míos, vengan, por favor, a la casa de su siervo; pasen la noche y lávense sus pies. Por la mañana se levantarán temprano y seguirán su camino. Pero ellos respondieron: — No, sino que pasaremos la noche en la calle.
Pero él les insistió mucho; así que fueron con él y entraron en su casa. Él les preparó un banquete; hizo panes sin levadura y comieron.
Pero antes de que se acostaran, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa.
Y llamaron a Lot y le dijeron: — ¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácanoslos, para que los conozcamos.
Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la puerta detrás de sí
y dijo: — ¡Por favor, hermanos míos, no hagan tal maldad!
He aquí tengo dos hijas que todavía no han conocido varón: Las sacaré, pues, y hagan con ellas como les parezca; solo que no hagan nada a estos hombres, porque para esto han venido a la sombra de mi techo.
Ellos respondieron: — ¡Quítate de ahí! — Y añadieron — : Este vino aquí para residir como forastero, ¿y ahora habrá de erigirse como juez? Ahora te haremos a ti más daño que a ellos. Insistieron mucho con el hombre, con Lot, y se acercaron para romper la puerta.
Entonces los hombres extendieron las manos, metieron a Lot en la casa con ellos y cerraron la puerta.
Y a los hombres que estaban junto a la puerta de la casa, los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de modo que se fatigaban por hallar la puerta.
Aquellos hombres dijeron a Lot: — ¿Tienes aquí a alguien más? Yernos, hijos, hijas; cualquiera que tengas en la ciudad, sácalos de este lugar.
Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha llegado a ser grande delante del SEÑOR. Por eso el SEÑOR nos ha enviado para destruirlo.
Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de casarse con sus hijas, y les dijo: — ¡Levántense, salgan de este lugar, porque el SEÑOR va a destruir la ciudad! Pero a sus yernos les pareció que bromeaba.
Y al rayar el alba, los ángeles apremiaban a Lot, diciéndole: — ¡Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas destruido con el castigo de la ciudad!
Cuando se detenía, los hombres tomaron su mano, la mano de su mujer y las manos de sus dos hijas, por la misericordia del SEÑOR para con él. Lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.
Y después de haberlos sacado fuera, le dijeron: — ¡Escapa por tu vida! No mires atrás ni te detengas en toda esta llanura. Escapa a la montaña, no sea que perezcas.
Lot le dijo: — ¡Por favor, no, señor mío!
He aquí que tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos y has engrandecido tu misericordia que has mostrado conmigo dándome la vida. Pero yo no podré escapar a la montaña, no sea que me alcance el mal y muera.
He allí esa ciudad está cerca para escapar allá, y es pequeña. Deja que escape allá y salve mi vida. ¿Acaso no es pequeña?
Le respondió: — He aquí que también te he atendido con respecto a este asunto. No destruiré la ciudad de la cual has hablado.
Date prisa y escapa allá. Nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad Zoar.