Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 2:18-22 verso por verso
Dijo además el SEÑOR Dios: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea”.
El SEÑOR Dios, pues, formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría. Lo que el hombre llamó a los animales, ese es su nombre.
El hombre puso nombres a todo el ganado, a las aves del cielo y a todos los animales del campo. Pero para Adán no halló ayuda que le fuera idónea.
Entonces el SEÑOR Dios hizo que sobre el hombre cayera un sueño profundo; y mientras dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.
Y de la costilla que el SEÑOR Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre.