Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 22:3-10 verso por verso
Abraham se levantó muy de mañana. Aparejó su asno, tomó consigo a dos de sus siervos jóvenes y a Isaac su hijo. Partió leña para el holocausto, y levantándose fue al lugar que Dios le dijo.
Al tercer día Abraham alzó sus ojos y divisó el lugar de lejos.
Entonces Abraham dijo a sus siervos: — Esperen aquí con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a ustedes.
Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac su hijo. Él tomó en la mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.
Entonces Isaac dijo a Abraham su padre: — Padre mío… Y él respondió: — Heme aquí, hijo mío. Le dijo: — He aquí el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
Abraham respondió: — Dios mismo proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío. E iban los dos juntos.
Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, Abraham edificó allí un altar. Arregló la leña, ató a Isaac su hijo y lo puso sobre el altar encima de la leña.
Abraham extendió su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.