Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 24:50-60 verso por verso
Entonces Labán y Betuel respondieron diciendo: — ¡Del SEÑOR procede esto! No podemos decirte si es malo o si es bueno.
He aquí que Rebeca está delante de ti; tómala y vete. Sea ella la mujer del hijo de tu señor, como ha dicho el SEÑOR.
Y aconteció que cuando el siervo de Abraham oyó sus palabras, se postró a tierra delante del SEÑOR.
Luego sacó objetos de plata, objetos de oro y vestidos, y se los dio a Rebeca. También dio obsequios preciosos a su hermano y a su madre.
Después comieron y bebieron él y los hombres que habían venido con él, y pasaron la noche. Y levantándose de mañana, dijo: — Permítanme regresar a mi señor.
Entonces respondieron su hermano y su madre: — Que la joven espere siquiera unos diez días más con nosotros, y después irá.
Pero él les dijo: — No me hagan demorar; ya que el SEÑOR ha dado éxito a mi viaje, déjenme ir para que vaya a mi señor.
Ellos le respondieron: — Llamemos a la joven y preguntémosle lo que piensa.
Llamaron a Rebeca y le preguntaron: — ¿Irás tú con este hombre? Ella les respondió: — Sí, iré.
Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, a su nodriza, al siervo de Abraham y a sus hombres.
Y bendijeron a Rebeca diciéndole: — Tú eres nuestra hermana. Que seas madre de millares de decenas de millares. Que tus descendientes posean las ciudades de sus enemigos.