Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 24:59-67 verso por verso
Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, a su nodriza, al siervo de Abraham y a sus hombres.
Y bendijeron a Rebeca diciéndole: — Tú eres nuestra hermana. Que seas madre de millares de decenas de millares. Que tus descendientes posean las ciudades de sus enemigos.
Entonces se levantaron Rebeca y sus criadas, subieron a los camellos y siguieron al hombre. El siervo tomó a Rebeca y se fue.
Aconteció que Isaac venía del pozo Beer-lajai-roí, porque habitaba en el Néguev.
Hacia el atardecer Isaac había salido al campo para meditar, y alzando sus ojos miró, y he aquí unos camellos que venían.
También Rebeca alzó sus ojos, vio a Isaac y descendió del camello.
Porque había preguntado al siervo: “¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia nosotros?”, y el siervo había respondido: “Él es mi señor”. Entonces ella tomó el velo y se cubrió.
El siervo contó a Isaac todo lo que había hecho.
Luego Isaac la introdujo en la tienda de Sara, su madre, y tomó a Rebeca, que vino a ser su mujer; y él la amó. Así se consoló Isaac después de la muerte de su madre.