-
Entonces le dijo su padre Isaac: — Acércate, por favor, y bésame, hijo mío.
-
Él se acercó y lo besó. Y al percibir Isaac el olor de su ropa, lo bendijo diciendo: — He aquí, el olor de mi hijo es como el olor del campo que el SEÑOR ha bendecido.
-
Dios te dé del rocío del cielo y de lo más preciado de la tierra: trigo y vino en abundancia.
-
Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante ti. Sé señor de tus hermanos y póstrense ante ti los hijos de tu madre. Sean malditos los que te maldigan y benditos los que te bendigan.
Continúa después de la publicidad