Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 27:27-40 verso por verso
Él se acercó y lo besó. Y al percibir Isaac el olor de su ropa, lo bendijo diciendo:
Y sucedió luego que Isaac había terminado de bendecir a Jacob, y cuando apenas había salido Jacob de la presencia de su padre Isaac, que su hermano Esaú llegó de cazar.
Él también hizo un potaje, lo llevó a su padre y le dijo: — Levántate, padre mío, y come de la caza de tu hijo, para que tú me bendigas.
Entonces su padre Isaac le preguntó: — ¿Quién eres tú? Él respondió: — Yo soy Esaú, tu hijo primogénito.
Isaac se estremeció fuertemente y dijo: — ¿Quién, pues, es el que vino aquí, que cazó y me trajo de comer, y yo comí de todo antes de que tú vinieras? ¡Yo lo bendije, y será bendito!
Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, profirió un grito fuerte y muy amargo. Y dijo a su padre: — ¡Bendíceme también a mí, padre mío!
Él dijo: — Tu hermano vino con engaño y se llevó tu bendición.
Él respondió: — ¿No es cierto que llamaron su nombre Jacob? Pues ya me ha suplantado estas dos veces: Se llevó mi primogenitura, y he aquí que ahora también se ha llevado mi bendición. — Y añadió — : ¿No te queda una bendición para mí?
Isaac respondió y dijo a Esaú: — He aquí, yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado como siervos a todos sus hermanos. Lo he provisto de trigo y de vino. ¿Qué, pues, haré por ti, hijo mío?
Esaú dijo a su padre: — ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? ¡Bendíceme también a mí, padre mío! Y Esaú alzó su voz y lloró.
Entonces respondió Isaac su padre y le dijo: