Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 29:16-30 verso por verso
Labán tenía dos hijas: El nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.
Los ojos de Lea eran tiernos, pero Raquel tenía una bella figura y un hermoso semblante.
Y Jacob, que se había enamorado de Raquel, dijo: — Yo trabajaré para ti siete años por Raquel, tu hija menor.
Labán respondió: — Mejor es que te la dé a ti que dársela a otro hombre. Quédate conmigo.
Así trabajó Jacob por Raquel siete años, los cuales le parecieron como unos pocos días, porque la amaba.
Entonces Jacob dijo a Labán: — Entrégame mi mujer para que conviva con ella, porque mi plazo se ha cumplido.
Entonces Labán reunió a todos los hombres de aquel lugar e hizo un banquete.
Y sucedió que en la noche tomó a su hija Lea y se la trajo, y él se unió a ella.
(Labán dio su sierva Zilpa a su hija Lea, como sierva).
Y al llegar la mañana, ¡he aquí que era Lea! Entonces él dijo a Labán: — ¿Por qué me has hecho esto? ¿No he trabajado para ti por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?
Y Labán respondió: — No se acostumbra en nuestro lugar dar la menor antes que la mayor.
Cumple la semana de esta, y después se te dará también la otra por el trabajo que harás para mí durante otros siete años.
Jacob lo hizo así; y después de cumplir esa semana, Labán le dio también a su hija Raquel por mujer.
(Labán dio su sierva Bilha a su hija Raquel, como sierva).
Jacob se unió también a Raquel, y la amó más que a Lea. Y trabajó para Labán otros siete años.