Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 30:14-24 verso por verso
Rubén fue al campo en el tiempo de la siega del trigo, halló mandrágoras y se las llevó a Lea su madre. Y Raquel dijo a Lea: — Por favor, dame algunas de las mandrágoras de tu hijo.
Ella respondió: — ¿Te parece poco que hayas tomado a mi marido para que te quieras tomar también las mandrágoras de mi hijo? Y Raquel dijo: — Entonces que duerma contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo.
Cuando Jacob volvía del campo al atardecer, Lea salió a su encuentro y le dijo: — ¡Tienes que unirte a mí, porque ciertamente yo te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo! Él durmió con ella aquella noche.
Y Dios escuchó a Lea, y ella concibió y dio a luz un quinto hijo a Jacob.
Y Lea dijo: “Dios me ha dado mi recompensa, porque di mi sierva a mi marido”. Y llamó su nombre Isacar.
Lea concibió otra vez y dio a luz un sexto hijo a Jacob.
Y dijo Lea: “Dios me ha dado un buen regalo. Ahora me honrará mi marido, porque le he dado seis hijos”. Y llamó su nombre Zabulón.
Después dio a luz una hija y llamó su nombre Dina.
Entonces se acordó Dios de Raquel. La escuchó y le dio hijos.
Ella concibió y dio a luz un hijo, y dijo: “Dios ha quitado mi afrenta”.
Y llamó su nombre José, diciendo: “¡El SEÑOR me añada otro hijo!”.