Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 32:12-19 verso por verso
Tú has dicho: “Yo te prosperaré y haré que tu descendencia sea como la arena del mar, que por ser tan numerosa no se puede contar”.
Jacob pasó allí aquella noche, y tomó de lo que tenía a mano un presente para su hermano Esaú:
Doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
treinta camellas que estaban dando de mamar y sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez borriquillos.
Entregó cada rebaño a sus siervos por separado, y les dijo: — Vayan delante de mí guardando cierta distancia entre rebaño y rebaño.
Mandó al primero diciendo: — Cuando Esaú mi hermano te encuentre y te pregunte diciendo: “¿De quién eres tú? ¿Y adónde vas? ¿De quién es eso que llevas delante de ti?”,
le dirás: “De tu siervo Jacob; es un presente que envía a mi señor Esaú. Y he aquí que él también viene detrás de nosotros”.
Mandó también al segundo, al tercero, y a todos los que iban detrás de los rebaños, diciendo: — Así hablarán a Esaú cuando lo encuentren.