Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 38:6-11 verso por verso
Judá tomó una mujer para Er, su primogénito; esta se llamaba Tamar.
Pero Er, el primogénito de Judá, era malo ante los ojos del SEÑOR, y el SEÑOR le quitó la vida.
Entonces Judá dijo a Onán: — Únete a la mujer de tu hermano; cumple así con ella tu deber de cuñado, y levanta descendencia a tu hermano.
Pero sabiendo Onán que el hijo que le naciera no sería considerado suyo, sucedía que cada vez que se unía a la mujer de su hermano, vertía en tierra para no dar descendencia a su hermano.
Pero lo que hacía era malo ante los ojos del SEÑOR, y también a él le quitó la vida.
Entonces habló Judá a Tamar su nuera, diciendo: — Permanece viuda en la casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela. Porque pensaba: “No sea que muera él también como sus hermanos”. Y Tamar se fue y permaneció en la casa de su padre.