• Génesis 38:6

    Judá tomó una mujer para Er, su primogénito; esta se llamaba Tamar.

  • Génesis 38:7

    Pero Er, el primogénito de Judá, era malo ante los ojos del SEÑOR, y el SEÑOR le quitó la vida.

  • Génesis 38:8

    Entonces Judá dijo a Onán: — Únete a la mujer de tu hermano; cumple así con ella tu deber de cuñado, y levanta descendencia a tu hermano.

  • Génesis 38:9

    Pero sabiendo Onán que el hijo que le naciera no sería considerado suyo, sucedía que cada vez que se unía a la mujer de su hermano, vertía en tierra para no dar descendencia a su hermano.

  • Génesis 38:10

    Pero lo que hacía era malo ante los ojos del SEÑOR, y también a él le quitó la vida.

  • Génesis 38:11

    Entonces habló Judá a Tamar su nuera, diciendo: — Permanece viuda en la casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela. Porque pensaba: “No sea que muera él también como sus hermanos”. Y Tamar se fue y permaneció en la casa de su padre.

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