Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 39:10-20 verso por verso
Sucedió que ella insistía a José día tras día, pero este no le hacía caso para acostarse con ella, ni para estar con ella.
Y sucedió que él entró un día en la casa para hacer su trabajo, y ninguno de los hombres de la casa estaba allí en casa.
Entonces ella lo agarró por su manto, diciendo: — Acuéstate conmigo. Pero él dejó su manto en las manos de ella, se escapó y salió huyendo.
Y aconteció que al ver ella que el manto había quedado en sus manos y que él había escapado,
llamó a los de su casa y les habló diciendo: — ¡Mirad, nos han traído un hebreo para que se burle de nosotros! Vino a mí para acostarse conmigo, pero yo grité a gran voz.
Y él, viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó a mi lado su manto, se escapó y salió huyendo.
Ella puso junto a sí el manto de José hasta que su señor volvió a casa.
Entonces ella le repitió a él las mismas palabras diciendo: — El esclavo hebreo que nos trajiste vino a mí para burlarse de mí.
Pero cuando yo alcé la voz y grité, él dejó su manto a mi lado y escapó.
Sucedió que cuando su señor oyó las palabras que le hablaba su mujer, diciendo: “Así me ha tratado tu esclavo”, se encendió su furor.
Tomó su señor a José y lo metió en la cárcel, en el lugar donde estaban los presos del rey, y José se quedó allí en la cárcel.