Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 4:8-26 verso por verso
Caín habló con su hermano Abel. Y sucedió que estando juntos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató.
Entonces el SEÑOR preguntó a Caín: — ¿Dónde está tu hermano Abel? Y respondió: — No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?
Le preguntó: — ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
Ahora pues, maldito seas tú, lejos de la tierra que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
Cuando trabajes la tierra, ella no te volverá a dar su fuerza. Y serás errante y fugitivo en la tierra.
Caín dijo al SEÑOR: — ¡Grande es mi castigo para ser soportado!
He aquí que me echas hoy de la faz de la tierra, y me esconderé de tu presencia. Seré errante y fugitivo en la tierra, y sucederá que cualquiera que me halle me matará.
El SEÑOR le respondió: — No será así. Cualquiera que mate a Caín será castigado siete veces. Entonces el SEÑOR puso una señal sobre Caín, para que no lo matara cualquiera que lo hallara.
Así partió Caín de delante del SEÑOR, y habitó en la tierra de Nod, al oriente de Edén.
Caín conoció a su mujer, y ella concibió y dio a luz a Enoc. Caín edificó una ciudad a la cual llamó según el nombre de su hijo Enoc.
A Enoc le nació Irad. E Irad engendró a Mejuyael. Mejuyael engendró a Metusael. Y Metusael engendró a Lamec.
Lamec tomó para sí dos mujeres. El nombre de la una fue Ada; y el nombre de la otra, Zila.
Ada dio a luz a Jabal, quien llegó a ser el padre de los que habitan en tiendas y crían ganado.
El nombre de su hermano fue Jubal, quien llegó a ser padre de todos los que tocan el arpa y la flauta.
Zila también dio a luz a Tubal-caín, maestro de todos los que trabajan el bronce y el hierro. Y la hermana de Tubal-caín fue Naama.
Entonces Lamec dijo a sus mujeres:
Adán conoció de nuevo a su mujer, y ella dio a luz un hijo y llamó su nombre Set, diciendo: “Porque Dios me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín”.
A Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces se comenzó a invocar el nombre del SEÑOR.