Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 41:11-20 verso por verso
En una misma noche él y yo tuvimos un sueño, y cada sueño tenía su propia interpretación.
Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, esclavo del capitán de la guardia. Se lo contamos, y él interpretó nuestros sueños; a cada uno le interpretó su propio sueño.
Y aconteció que tal como él nos lo interpretó, así sucedió: A mí el faraón me restableció en mi puesto y al otro lo hizo colgar.
Entonces el faraón mandó llamar a José, y lo hicieron salir apresuradamente de la mazmorra. Se afeitó, se cambió de ropa y vino al faraón.
Entonces el faraón dijo a José: — He tenido un sueño, y no hay quien me lo interprete. Pero he oído hablar de ti, que escuchas sueños y los interpretas.
José respondió al faraón diciendo: — No está en mí. Dios responderá para el bienestar del faraón.
Entonces el faraón dijo a José: — En mi sueño yo estaba de pie a la orilla del Nilo.
Y he aquí que del Nilo salían siete vacas gordas de carne y de hermoso aspecto, y pacían entre los juncos.
Pero he aquí que otras siete vacas subían detrás de ellas, delgadas, de muy feo aspecto y flacas de carne. Jamás he visto otras tan feas como aquellas en toda la tierra de Egipto.
Entonces las vacas flacas y feas devoraron a las siete primeras vacas gordas.