Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 43:26-34 verso por verso
Cuando José llegó a casa, ellos le llevaron el presente que habían traído personalmente a la casa y se postraron a tierra ante él.
Él les preguntó cómo estaban y les dijo: — Su padre, el anciano que mencionaron, ¿está bien? ¿Vive todavía?
Ellos respondieron: — Tu siervo, nuestro padre, está bien. Él vive todavía. Ellos se inclinaron ante él y se postraron.
Y alzando sus ojos, él vio a su hermano Benjamín, hijo de su madre. Y les preguntó: — ¿Es este su hermano menor de quien me habían hablado? — Y añadió — : Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.
Entonces José se dio prisa, porque se conmovió profundamente a causa de su hermano y estuvo a punto de llorar. Entró en su habitación y lloró allí.
Luego se lavó la cara, salió fuera y conteniéndose dijo: — Sirvan la comida.
A José le sirvieron aparte. Y sirvieron por separado a ellos y a los egipcios que habían de comer allí, pues los egipcios no pueden comer con los hebreos, porque esto a los egipcios les es una abominación.
Se sentaron en su presencia de esta manera: el primogénito de acuerdo con su rango hasta el más joven de acuerdo con su edad. Y los hombres se miraban atónitos unos a otros.
Él tomó porciones de delante de sí para ellos, e hizo que la porción de Benjamín fuera cinco veces mayor que la de los demás. También bebieron y se alegraron con él.