Explicación, estudio y comentario bíblico de Génesis 44:1-14 verso por verso
Después ordenó José al administrador de su casa diciendo: — Llena de alimentos los costales de estos hombres, todo lo que puedan llevar. Pon el dinero de cada uno en la boca de su costal.
Pon también mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, junto con el dinero de su trigo. Él hizo como le dijo José.
Cuando rayó el alba, fueron despedidos los hombres con sus asnos.
Cuando ellos habían salido de la ciudad y antes de que se alejaran mucho, José dijo al que estaba a cargo de su casa: — Levántate y sigue a esos hombres. Cuando los alcances, diles: “¿Por qué han pagado mal por bien? ¿Por qué me han robado la copa de plata?.
¿No es esta la copa que mi señor usa para beber y por la que suele adivinar? Han actuado mal al hacer esto”.
Cuando él los alcanzó, les repitió estas palabras;
y ellos le respondieron: — ¿Por qué dice mi señor tales cosas? ¡Tus siervos jamás harían tal cosa!
Si el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán, ¿cómo, pues, íbamos a robar plata u oro de la casa de tu señor?
Aquel de tus siervos en cuyo poder sea hallada la copa, que muera; y nosotros seremos esclavos de mi señor.
Él dijo: — Sea también ahora conforme a lo que dicen: Aquel en cuyo poder se halle será mi esclavo. Los demás quedarán libres.
Entonces ellos se apresuraron a bajar a tierra cada uno su costal, y cada uno abrió su costal.
Él buscó, comenzando por el del mayor y terminando por el del menor, y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.
Ellos rasgaron sus vestiduras, y después de cargar cada cual su asno, volvieron a la ciudad.
Judá vino con sus hermanos a la casa de José, quien aún estaba allí, y se postraron a tierra ante él.