Explicación, estudio y comentario bíblico de Habacuc 2:5-11 verso por verso
Y aunque el traidor se enriquezca, no prosperará el hombre arrogante. Ensanchará su garganta como el Seol; será como la muerte y no se saciará. Reúne hacia él todas las naciones; congrega hacia él todos los pueblos.
Pero, ¿no han de levantar todos estos la voz contra él con refranes y sarcasmos? Le dirán: “¡Ay del que multiplica lo que no es suyo! ¿Hasta cuándo ha de amontonar sobre sí las prendas empeñadas?”.
»¿No se habrán de levantar súbitamente tus acreedores y se despertarán los que te opriman y serás para ellos objeto de rapiña?
Porque has despojado a muchas naciones, todos los demás pueblos te despojarán a ti, a causa de la sangre humana y de la violencia hecha a la tierra, a las ciudades y a todos los que habitaban en ellas.
»¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, poniendo en alto su nido para escaparse de mano de la calamidad!
Has tomado consejo vergonzoso para tu casa; has arruinado a muchos pueblos y has corrompido tu vida.
Por eso la piedra clamará desde el muro, y la viga del enmaderado le responderá.