Explicación, estudio y comentario bíblico de Hebreos 1:10-58 verso por verso
Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.
Ellos perecerán, pero tú permaneces; todos ellos se envejecerán como un vestido.
Como a manto los enrollarás, y serán cambiados como vestido. Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.
¿Y a cuál de sus ángeles ha dicho jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
¿Acaso no son todos espíritus servidores, enviados para ministrar a favor de los que han de heredar la salvación?