Explicación, estudio y comentario bíblico de Hebreos 12:18-24 verso por verso
Ustedes no se han acercado al monte que se podía tocar, al fuego encendido, a las tinieblas, a la profunda oscuridad, a la tempestad,
al sonido de la trompeta y al estruendo de las palabras que los que lo oyeron rogaron que no se les hablara más
porque no podían soportar lo que se mandaba: Si un animal toca el monte, será apedreado.
Y tan terrible era aquel espectáculo que Moisés dijo: “Estoy aterrado y temblando”.
Más bien, se han acercado al monte Sion, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, a la reunión de miríadas de ángeles,
a la asamblea de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el juez de todos, a los espíritus de los justos ya hechos perfectos,
a Jesús el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.