Explicación, estudio y comentario bíblico de Hebreos 13:10-14 verso por verso
Tenemos un altar del cual los que sirven en el tabernáculo no tienen derecho a comer.
Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es introducida por el sumo sacerdote en el lugar santísimo como sacrificio por el pecado, son quemados fuera del campamento.
Por lo tanto, también Jesús padeció fuera de la puerta de la ciudad para santificar al pueblo por medio de su propia sangre.
Salgamos pues a él, fuera del campamento, llevando su afrenta.
Porque aquí no tenemos una ciudad permanente sino que buscamos la que ha de venir.