Explicación, estudio y comentario bíblico de Hebreos 3:6-14 verso por verso
En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre su casa. Esta casa suya somos nosotros, si de veras retenemos la confianza y el gloriarnos de la esperanza.
Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oyen hoy su voz,
no endurezcan su corazón como en la provocación, en el día de la prueba en el desierto,
donde los padres de ustedes me pusieron a gran prueba y vieron mis obras durante cuarenta años.
Por esta causa me enojé con aquella generación y dije: “Ellos siempre se desvían en su corazón y no han conocido mis caminos”.
Como juré en mi ira: “¡Jamás entrarán en mi reposo!”.
Miren, hermanos, que no haya en ninguno de ustedes un corazón malo de incredulidad que se aparte del Dios vivo.
Más bien, exhórtense los unos a los otros cada día mientras aún se dice: “Hoy”, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.
Porque hemos llegado a ser participantes de Cristo, si de veras retenemos el principio de nuestra confianza hasta el fin,