Explicación, estudio y comentario bíblico de Hebreos 5:5-9 verso por verso
Así también Cristo no se glorificó a sí mismo para ser hecho sumo sacerdote sino que lo glorificó el que le dijo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy.
Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
Cristo, en los días de su vida física, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.
Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció.
Y habiendo sido perfeccionado, llegó a ser Autor de eterna salvación para todos los que le obedecen,