Explicación, estudio y comentario bíblico de Hebreos 7:11-20 verso por verso
Ahora bien, si fuera posible lograr la perfección por medio del sacerdocio levítico (porque bajo este el pueblo ha recibido la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
Porque de haber cambio de sacerdocio, es necesario que también se haga cambio de ley.
Pues aquel de quien se dice esto es de otra tribu de la cual nadie ha servido en el altar.
Porque es evidente que nuestro Señor nació de la tribu de Judá, sobre la cual Moisés no dijo nada en cuanto al sacerdocio.
Esto es aún más evidente si otro sacerdote se levanta a la semejanza de Melquisedec,
quien no ha sido constituido conforme al mandamiento de la ley acerca del linaje carnal sino según el poder de una vida indestructible.
Pues de él se da este testimonio: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
A la verdad, el mandamiento anterior fue abrogado por ser ineficaz e inútil,
porque la ley no perfeccionó nada. Sin embargo, se introduce una esperanza superior por la cual nos acercamos a Dios.
Y esto no fue hecho sin juramento.