Explicación, estudio y comentario bíblico de Hebreos 8:2-3 verso por verso
ministro del lugar santísimo y del verdadero tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre.
Porque todo sumo sacerdote es puesto para ofrecer ofrendas y sacrificios; de ahí que era necesario que él también tuviera algo que ofrecer.