Explicación, estudio y comentario bíblico de Hebreos 9:18-23 verso por verso
Por esto, ni aun el primer testamento fue inaugurado sin sangre.
Porque habiendo declarado Moisés todos los mandamientos según la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos junto con agua, lana escarlata e hisopo, y roció al libro mismo y también a todo el pueblo
diciendo: Esta es la sangre del pacto, el cual Dios les ha ordenado.
Y roció también con la sangre el tabernáculo y todos los utensilios del servicio
pues, según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
Era, pues, necesario purificar las figuras de las cosas celestiales con estos ritos; pero las mismas cosas celestiales con sacrificios superiores a estos.