Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 10:24-33 verso por verso
Al día siguiente, entraron en Cesarea. Cornelio los estaba esperando, habiendo invitado a sus parientes y a sus amigos más íntimos.
Cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió para recibirle, se postró a sus pies y le adoró.
Pero Pedro le levantó diciendo: — ¡Levántate! Yo mismo también soy hombre.
Mientras hablaba con él, entró y halló que muchos se habían reunido.
Y les dijo: — Ustedes saben cuán indebido le es a un hombre judío juntarse o acercarse a un extranjero, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre llame común o inmundo.
Por esto, al ser llamado, vine sin poner objeciones. Así que pregunto: ¿Por qué razón mandaron por mí?
Entonces dijo Cornelio: — Hace cuatro días como a esta hora, como las tres de la tarde, yo estaba orando en mi casa. Y he aquí, un hombre en vestiduras resplandecientes se puso de pie delante de mí
y dijo: “Cornelio, tu oración ha sido atendida, y tus obras de misericordia han sido recordadas ante la presencia de Dios.
Envía, por tanto, a Jope y haz venir a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro. Él está alojado en casa de Simón el curtidor, junto al mar”.
Así que, inmediatamente envié a ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado.