Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 14:3-11 verso por verso
Con todo eso, ellos continuaron mucho tiempo hablando con valentía, confiados en el Señor, quien daba testimonio a la palabra de su gracia concediendo que se hicieran señales y prodigios por medio de las manos de ellos.
La gente de la ciudad estaba dividida: Unos estaban con los judíos, otros con los apóstoles.
Como surgió un intento de parte de los gentiles y los judíos, junto con sus gobernantes, para afrentarlos y apedrearlos,
se enteraron y huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y por toda la región de alrededor.
Y allí anunciaban el evangelio.
En Listra se hallaba sentado cierto hombre imposibilitado de los pies, cojo desde el vientre de su madre, que jamás había caminado.
Este oyó hablar a Pablo, quien fijó la vista en él y vio que tenía fe para ser sanado.
Y dijo a gran voz: — ¡Levántate derecho sobre tus pies! Y él saltó y caminaba.
Entonces, cuando la gente vio lo que Pablo había hecho, alzó su voz diciendo en lengua licaónica: — ¡Los dioses han descendido a nosotros en forma de hombres!