Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 15:26-40 verso por verso
hombres que han arriesgado su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Así que hemos enviado a Judas y a Silas, los cuales también les confirmarán de palabra el mismo informe.
Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles ninguna carga más que estas cosas necesarias:
que se abstengan de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de inmoralidad sexual. Si se guardan de tales cosas, harán bien. Que les vaya bien.
Entonces, una vez despedidos, ellos descendieron a Antioquía; y cuando habían reunido a la asamblea, entregaron la carta.
Al leerla, se regocijaron a causa de esta palabra alentadora.
Judas y Silas, como también eran profetas, exhortaron a los hermanos con abundancia de palabras y los fortalecieron.
Después de pasar allí algún tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos para volver a los que los habían enviado.
Pero Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con muchos otros.
Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: “Volvamos ya a visitar a los hermanos en todas las ciudades en las cuales hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están”.
Bernabé quería llevar consigo a Juan, llamado Marcos;
pero a Pablo le parecía bien no llevar consigo a quien se había apartado de ellos desde Panfilia y que no había ido con ellos a la obra.
Surgió tal desacuerdo entre ellos que se separaron el uno del otro. Bernabé tomó a Marcos y navegó a Chipre;
y Pablo escogió a Silas y salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor.