Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 16:27-29 verso por verso
Cuando el carcelero despertó y vio abiertas las puertas de la cárcel, sacó su espada y estaba a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado.
Pero Pablo gritó a gran voz, diciendo: — ¡No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí!
Entonces él pidió luz y se lanzó adentro, y se postró temblando ante Pablo y Silas.