Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 19:28-34 verso por verso
Al oír estas palabras se llenaron de ira y gritaron diciendo: — ¡Grande es Artemisa de los efesios!
Y la ciudad se llenó de confusión. Se lanzaron unánimes al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios y compañeros de Pablo.
Aunque Pablo quería salir a la multitud, los discípulos no se lo permitieron.
También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, enviaron a él y le rogaron que no se presentara en el teatro.
Unos gritaban una cosa, y otros otra cosa; porque la concurrencia estaba confusa, y la mayor parte ni sabía por qué se había reunido.
Entonces algunos de entre la multitud dieron instrucciones a Alejandro, a quien los judíos habían empujado hacia adelante. Y Alejandro, pidiendo silencio con la mano, quería hacer una defensa ante el pueblo.
Pero reconociendo que era judío, todos volvieron a gritar a una sola voz, por casi dos horas: — ¡Grande es Artemisa de los efesios!