Explicación, estudio y comentario bíblico de Hechos 2:20-27 verso por verso
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y glorioso.
Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.
»Hombres de Israel, oigan estas palabras: Jesús de Nazaret fue hombre acreditado por Dios ante ustedes con hechos poderosos, maravillas y señales que Dios hizo por medio de él entre ustedes, como ustedes mismos saben.
A este, que fue entregado por el predeterminado consejo y el previo conocimiento de Dios, ustedes mataron clavándole en una cruz por manos de inicuos.
A él, Dios le resucitó, habiendo desatado los dolores de la muerte; puesto que era imposible que él quedara detenido bajo su dominio.
Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí, porque está a mi derecha, para que yo no sea sacudido.
Por tanto, se alegró mi corazón, y se gozó mi lengua; y aun mi cuerpo descansará en esperanza.
Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.